28/5/2021 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
La ese líquida, esa que va seguida de una consonante al principio de una palabra, no es natural para la lengua española, por eso acostumbramos a añadir una e delante cuando tenemos que pronunciarla. Ya desde antiguo se daba este fenómeno. Innumerables palabras del latín que pasaron a formar parte del español desde sus orígenes lo hicieron añadiendo esta e protética: escritura de scriptura, estado de status, estrella de stella, escalera de escalaria, espuma de spuma o estadio de stadium. Y así muchas más.
Cuando las palabras o expresiones latinas se han incorporado a nuestra lengua como cultismos y mantienen su grafía de origen, la ese líquida persiste como en la escritura latina original; en estos casos debemos considerar la expresión como un extranjerismo sin adaptar y señalar esta condición con el uso de las cursivas o las comillas: statu quo, lex stricta, sensu stricto.
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