5/2/2021 | Ignacio Bosque (Archiletras)
Un río es, como explica el diccionario académico, una «corriente de agua continua y más o menos caudalosa que va a desembocar en otra, en un lago o en el mar». Como vemos, la definición contiene una gran cantidad de información. Voy a construir ahora cuatro frases sencillas con el sustantivo río: cruzar el río, desviar el río, oír el río, bañarse en el río. ¿En qué medida podemos decir que estos cuatro contextos nos hablan exactamente de la misma realidad?
Por un lado, no podemos negar que hablamos de la misma cosa; pero, por otro, cada contexto sintáctico nos permite focalizar un componente de ella. En cruzar el río, el sustantivo río comparte con carretera, ciudad, desierto u océano el hecho de designar un espacio en el que cabe suponer márgenes u otros límites laterales, lo que explica que se pueda cruzar. En desviar el río se alude, por el contrario, a cierta corriente o a cierto conducto sujeto a un curso. En cambio, en oír el río se habla del sonido del agua, aunque esta no se mencione. Nótese que también contienen agua los vasos o las piscinas, y nadie diría que «los oye», al menos en ese mismo sentido.
Más en archiletras.com