29/10/2021 | Mar Abad (eldiario.es)
En mi estantería de diccionarios tengo la novela Alicia a través del espejo. Está colocada en primera posición por un ritual. Cada vez que voy lanzada en busca de una palabra, ¡psche!, me paro, respiro hondo y, antes de abrir cualquier diccionario, leo a Humpty Dumpty.
—Cuando yo empleo una palabra —le dice el huevo a Alicia—, esa palabra significa exactamente lo que yo quiero que signifique, ni más ni menos.
Ese comentario de Humpty Dumpty me ayuda siempre a poner los pies en la tierra antes de escuchar a la Academia. Porque aunque haya definiciones estándar, los significados son resbaladizos. Cada palabra, en cada boca, adquiere matices distintos.
Es común que en una conversación dos personas usen un mismo término para decir cosas distintas. ¡Y cuántos malentendidos provoca! Porque una voz que tiene connotaciones positivas para quien la dice puede tener connotaciones negativas para quien la oye.
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