3/12/2021 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
Como en un folletín antiguo, dejamos en suspenso la semana pasada el melodrama de los dos puntos. Hoy llegaremos al final apuntando un uso, o abuso, de los dos puntos que debemos desterrar de nuestros escritos. Es muy importante tener siempre presente que los signos de puntuación nos ayudan a situar los límites entre las unidades que forman un texto. Sirven, por tanto, como organizadores de lo que escribimos: ponen las cosas en su sitio.
Si los empleamos mal, esta función delimitadora se difumina y provoca el efecto contrario: los signos de puntuación mal usados pueden entorpecer e, incluso, tergiversar la lectura.
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