11/3/2022 | Rafael Peralta Romero (El Nacional, República Dominicana)
Lo ordinario son las letras minúsculas; lo diferente, lo resaltado, son las mayúsculas. Las letras en altas constituyen una marca, y muy frecuentemente los usuarios de la lengua escriben timbrados por esa marca. A veces en forma no recomendable.
Algunas lenguas prescinden de las mayúsculas, pero el español ya no puede vivir sin esa herencia que le dejó la lengua latina. Las prescripciones sobre su uso son claras y están registradas en la Ortografía de la lengua española, una de las tres imprescindibles publicaciones académicas.
La intención de quien escribe, su formación y hasta su temperamento, influyen para que éste emplee letras mayúsculas al margen de la normativa de nuestra lengua. El gusto por la mayúscula se evidencia en todo tipo de escrito: desde letreros en una pared hasta avisos oficiales de instituciones y órganos del Estado.
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