1/12/2023 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
Entre el artículo y el nombre al que introduce debe existir concordancia de género y número; es decir, compartir género gramatical (masculino o femenino) y número (singular y plural). ¿Por qué, entonces, decimos un hada, y no una hada, o el agua, y no la agua? Si lo analizan, estamos ante sustantivos femeninos en singular a los que les correspondería la forma femenina singular del artículo: la, una.
Pero estos artículos femeninos nos guardan una pequeña sorpresa: conservan una forma particular que solo se usa cuando van colocados inmediatamente antes de sustantivos que comienzan con el sonido de una a tónica. Ese es el caso de hada y agua.
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