19/1/2024 | Manuela Catalá Pérez (The Conversation)
Imaginemos que oímos la alerta de nuestro móvil: hemos recibido un mensaje. Al abrirlo, leemos:
“Oye, bro, le digo a mi madre k salgo en plan me voy a la calle en plan trankilo, ke ayer iba trifásico aunque el sitio ese estaba de locos tal cual, pero algunos daban cringe”.
Probablemente, si no tenemos entre 12 y 25 años, nos parecerá casi ininteligible y pensaremos que se han equivocado de destinatario. Frases así pueden llevarnos, a quienes pertenecemos a otras generaciones, a echar en falta un diccionario o un intérprete para asegurarnos de que entendemos todos los matices y no sentirnos fuera de onda.
Jóvenes y adolescentes son especialmente aptos en la creación de una jerga particular, en parte porque es una etapa de la vida en la que la pertenencia al grupo es prioritaria.
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