7/2/2025 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
Rebecca West, quien se llamaba en realidad Cecily Isabel Fairfield, adoptó su seudónimo a partir del nombre de la protagonista de la obra teatral La casa de Rosmer de Henrik Ibsen.
Me gusta esta mujer, que combatía con la pluma en un siglo XX convulso y dramático, y me gustan sus novelas rebosantes de una sutil ironía y una deslumbrante sensibilidad.
Y en una de estas novelas Rebecca West nos recordó que, «en cuestiones de comas», lo que está en juego es la «sutil ventaja de la elegancia».
Aunque hayan oído muchas veces que las comas son cuestión de estilo, no se dejen engañar; el empleo de la coma en el lugar idóneo y, tan importante o más que eso, la ausencia de la coma cuando no es pertinente no son medalaganarios (¡cómo me gusta esta palabra!).
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