19/9/2025 | Orlando Alba (Acento, República Dominicana)
Estadísticamente se ha comprobado que, en todas las lenguas del mundo, la cantidad de los fonemas que se necesitan para formar las 500 palabras más frecuentes es menor que la suma requerida para las 500 siguientes. Para entender este hecho, conviene recordar el principio del menor esfuerzo que lleva a tratar de reducir el gasto de energía mental y física empleada en el proceso de comunicación, al mínimo compatible con la obtención de sus fines. Como consecuencia lógica de esta tendencia, la cantidad de energía utilizada tiende a ser proporcional al monto de información que se transmite.
De acuerdo con la teoría de la información, cuanto más frecuente es una unidad, más previsible resulta, despeja menos incertidumbre y transmite menor cantidad de información. Ello explica que haya una relación entre la frecuencia de una unidad lingüística y su forma, vale decir, su costo.
Más en acento.com.do