17/7/2021 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
La lengua crea combinaciones de palabras que, con el uso, llegan a funcionar como una sola. A estos grupos de palabras los conocemos como locuciones y desarrollan un sentido propio que les da personalidad léxica y una forma fija que no admite muchas variaciones y que debemos conocer y respetar.
Hoy nos vamos a fijar en un grupo muy particular de locuciones. Tienen como núcleo las palabras pie y mano en singular, pero no son pocas las veces que, quizás porque tenemos dos pies y dos manos, que las encontramos usadas en plural.
Si damos un paseo caminando lo hacemos a pie, no *a pies, aunque nos sean necesarios ambos pies para andar. Si nos quedamos en un sitio y no nos apartamos de ahí, estaremos a pie firme, no *a pies firmes, aunque tengamos los dos pies bien afincados en el suelo.
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