21/6/2024 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
El Diccionario de la lengua española nos ha servido de brújula en el recorrido, que hoy llega a su destino, por los arabismos del español. Estas preciosas palabras, preciosas por su belleza y por su valor, nos hablan de instituciones que siguen hoy muy vigentes y de sus administradores, desde los albaceas (de sáhb alwasíyya), quienes custodiaban y administraban los bienes que se dejaban en herencia, hasta los alcaldes (de alqádi ‘juez’) y alguaciles (de alwazír).
La lengua árabe que se habló en España nos legó muchas voces relacionadas con el comercio. Los productos eran transportados por recuas (del árabe hispano rákbah); de ahí también que llamemos recua a una ‘multitud de cosas que van una detrás de otras’.
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