La primera definición del ‘Diccionario’ parece invitarnos a deducir la propia contradicción del término.
La palabra “gente” contradice al refrán, porque abarca y aprieta en igual medida. Dentro de ese vocablo cabe una idea que se puede ceñir a la familia (“tu gente”); pero “la gente” puede designar también hasta a la humanidad entera.
La primera definición del Diccionario parece invitarnos a deducir la propia contradicción del término: “Gente: Pluralidad de personas”. Con ello tenemos un grupo homogéneo de seres pero dentro de una pluralidad, sabiendo que lo plural es algo “múltiple, que se presenta en más de un aspecto”.
Palabras como “gente”, “sociedad”, “ciudadanía” o “pueblo” resultan de fácil manejo en el lenguaje común, donde se suelen usar con la propiedad que requiere el contexto. Sin embargo, el lenguaje político abusa de sus resquicios semánticos.
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