26/6/2020 | Roberto Guzmán (Academia Dominicana de la Lengua)
BAÑAR
El verbo bañar se emplea en República Dominicana de una manera que no se hace en otros países de habla hispana. Ese será el tema de esta sección. Se explicarán los casos y los significados que adquiere ese verbo con esos usos.
Uno de esos empleos del verbo bañar es de uso nada menos que en el beisbol. Se recuerda haber oído y hasta dicho que la pelota bañó al jugador. ¿Cuándo baña la pelota al jugador que se supone que la atrape?
Esto sucede en los momentos en que la pelota “sobrevuela” al jugador que infructuosamente trata de agarrarla. Por la descripción se deduce que la pelota va en el aire en los casos en que “baña” al jugador. Cuando la pelota “baña” al jugador del cuadro o de uno de los campos no se debe a un mal cálculo del jugador defensivo, sino a que resulta imposible que la alcance.
En el otro caso el verbo bañar del español dominicano no se usa para lavar algo que se sumerge en un líquido que generalmente es uno de los propósitos del verbo. Este uso no está documentado en los diccionarios de voces de uso del habla dominicana. En las situaciones en que se utiliza el verbo de este modo es para indicar que algo, especialmente dinero, ha llegado o lo posee alguien en abundancia o demasía.
El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española trae el verbo con este uso con la mención de que se emplea en República Dominicana, pero la definición es, “Recibir alguien mucho dinero”. La diferencia que se desea establecer es que no solo es recibir o percibir una cantidad considerable de dinero, sino que puede referirse a un estado. No se refiere a una circunstancia pasajera o temporal, la persona “bañada en cuartos” puede tener ese caudal desde hace tiempo.
Lo que se expone aquí es una opinión educada. No se pretende con esta invalidar la que consta en el mencionado diccionario, sino que se considere lo expuesto aquí para añadir, no para enmendar.
PIRUETA
“. . .allanan el camino para PIRUETAS fraudulentas. . .”
Las piruetas que ocupan la atención de los académicos de la lengua se ciñen a los brincos, vueltas (volteretas) que ejecutan las personas. También tiene relación con las acrobacias de un aviador. La última pirueta es la del caballo, cuando el jinete lo obliga a vuelta rápida alzándose sobre las patas traseras.
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