23/09/2016 | Rafael Molina Morillo (El Día, República Dominicana)
Don J. Agustín Concepción fue un notable intelectual vegano amante de la Historia y de la pureza del idioma castellano.
Dejó parte de su obra en las páginas de la revista ¡Ahora!, en una columna bajo el título “Idioma nuestro de cada día”.
Allí vaciaba ese ilustre personaje sus observaciones sobre el mal uso del lenguaje en que incurríamos los periodistas, y posteriormente reunió una parte de sus columnas en forma de libro con el mismo título.
Muchas personas no le atribuyen gran importancia a las reglas de la gramática, aduciendo que los idiomas evolucionan y que el uso hace ley.
Ponen también como ejemplo la lengua inglesa, que prácticamente no obedece a reglas como la castellana. Sin embargo, la grandeza del idioma español estriba, precisamente, en el celo que debemos poner sus hablantes para conservar su pureza.
Este comentario viene a cuento para aplaudir con regocijo la iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza para hacer públicas sus recomendaciones lingüísticas para la preservación del idioma.
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