2/4/2022 | Piedad Villavicencio Bellolio (El Universo, Ecuador)
La pronunciación de una palabra depende del silabeo, que también se conoce como silabación o silabificación. Según las normas de división silábica, cuando una consonante está en posición intervocálica, siempre forma sílaba con la vocal que le sigue. Ejemplos: a.jí, ca.ro, A.li.cia, a.ba.ni.car.
Esta regla se aplica, incluso, cuando la palabra tiene una hache intercalada, como es el caso de inhóspito: i.nhós.pi.to. Justo aquí entra la voz anhelo, cuyo silabeo es a.nhe.lo, no an.he.lo.
Hay que considerar también que el prefijo condiciona el silabeo de algunas palabras que tienen hache intermedia.
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