26/2/2019 | Pedro de Jesús (Escambray, Cuba)
La mayoría de los nombres de los días de la semana, como otros sustantivos de la lengua española terminados en -s, no expresan por sí mismos el número gramatical. Estén en singular o plural, las palabras lunes, martes, etc., se mantienen invariables: Este viernes hizo frío; Detesto los viernes. Igual pasa con caries, forma que debemos emplear tanto para hablar de una como de varias: la caries; las caries. Es el caso de análisis, dosis, tesis, ómnibus…
Por otra parte, del mismo modo que en nuestro idioma hay vocablos que siempre se usan en singular (salud, sed, por ejemplo), existen los que se emplean únicamente en plural: con gafas —nunca gafa— protegemos nuestros ojos del sol, y con espejuelos —nunca espejuelo— intentamos corregir ciertas deficiencias visuales. Engrosan esta lista enseres, víveres, escombros, etc.
Carecen también de moción de número muchas palabras generadas por la unión entre una forma verbal y un sustantivo: decimos el cumpleaños y los cumpleaños, sin variación ninguna. Es lo que ocurre con rompecabezas, sacapuntas, paraguas, tocadiscos, limpiabotas, buscapleitos, espantapájaros, cortaúñas…
Prestemos mucha atención al escribir estas formas compuestas, especialmente para que no olvidemos la consonante final. Podría conspirar contra la ortografía el hecho de que los cubanos, incluso en el registro culto de la lengua, relajamos con frecuencia la articulación de las eses al término de sílaba y palabra, aspirándolas o elidiéndolas.
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