24/1/2025 | Roberto E. Guzmán (Acento, República Dominicana)
Ya en un escrito anterior se estudiaron los orígenes e historia de algunas enfermedades. En esta ocasión corresponde el turno a algunos órganos cuyos nombres se alejan de la ciencia médica, por lo menos en apariencia. Son nombres con orígenes pedestres.
Se analizarán más abajo la amígdala, la aurícula y el hígado. El rasgo común entre los tres es el sorprendente origen de estos nombres. Una vez se haya concluido con el repaso de las historias dejaré al arbitrio del lector determinar cuál es el más increíble entre estos. Debo confesar que disfruto en gran medida al escribir estas historias. Ojalá logren los lectores placer al leerlas.
Amígdala
La palabra amígdala proviene del griego amygdále, por medio del latín amygdala. Nada impresionante hasta ahí. Lo desconcertante es saber qué significaba en esas lenguas esas voces resaltadas en bastardillas. Hay que revelar que en esas lenguas significaba almendra. ¿Cómo rayos se pueden relacionar la amígdala y una fruta seca? Pues más fácil de lo que aparenta a simple vista, por la forma.
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