16/12/2016 | Roberto E. Guzmán (Academia Dominicana de la Lengua, República Dominicana)
PEGA – COLA
Algunas omisiones llaman poderosamente la atención, si bien otras, se las deja pasar sin resabios. Las palabras del título se traen a estos comentarios por su relación con el verbo pegar y colar cuando se usan para mencionar la acción de unir una cosa a otra con ayuda de una sustancia aglutinante, así esos verbos son sinónimos de adherir.
En República Dominicana la famosa cinta adhesiva es “cinta pegante”, es decir, cinta que pega. El diccionario académico reconoce y consigna que los dominicanos llaman de la forma antes mencionada a la cinta adhesiva. En el habla de los dominicanos se llama “pega” a la mezcla que se utiliza con el propósito de unir o juntar cosas.
De modo semejante se dice que esa sustancia es una “cola”, que sirve para “encolar” las cosas que se han separado o que se desean unir. Se entiende que el verbo colar es sinónimo de pegar, en el sentido de unir una cosa con otra mediante una sustancia. Más interesante aun que este uso privativo de los dominicanos en cuanto a las dos voces, lo es el origen de esas, que se explicará más abajo.
Algunas personas pueden alegar que el vocablo “pega” es un diminutivo de pegamento. No obstante, hay que tener en cuenta que pegamento es de género masculino, mientras que la pega, como lo indica la terminación es femenina.
En griego existía el sustantivo kolla que significaba pegamento. En latín popular pasó a ser colla. De allí lo tomó el francés y derivó muchas palabras. Se recuerda que en ebanistería en República Dominicana se decía que algunos muebles estaban “encolados” y, con ello se aludía a que no se habían usado tornillos en la confección de ellos, sino cola.
Se cree oportuno recordar que en lengua francesa cuentan con el verbo décoller que al español ha pasado como decolar (no reconocido por las academias) con el sentido del francés, despegar. Estos verbos se aplican para despegar en el sentido de levantar vuelo.
Existe la posibilidad de que este verbo, colar, encolar, hayan entrado al español dominicano durante la ocupación haitiana del territorio del este de la isla La Española.
AMORTIGUAR – AMORTIZAR
“El mediodía dominguero traería un Charanga Champagne, en un refrescante brunch, para AMORTIZAR el sol cegador de las mañanas en Cuba”.
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