14/8/2020 | Tobías Rodríguez Molina (Academia Dominicana de la Lengua)
Se sabe con evidente fundamento que los idiomas son pasibles de cambios, de evolución, a pesar de las normas que presionan para que esas entidades comunicativas se rijan por cauces que logren la unidad de sus usuarios. Pero a pesar de ese intento de unificación, es un hecho que mientras haya usuarios de una lengua, habrá cambios y lo más que pueden lograr las normas es que los mismos sucedan con una mayor lentitud.
Es innegable que en este momento de la existencia del español que empleamos los dominicanos, tanto intelectuales, aun académicos, como también profesionales de diversas áreas, están introduciendo cambios en el mismo, uno de los cuales es el que se está dando en la estructura del relativo, como lo veremos después que ofrezcamos una definición del relativo, tomada de Wikipedia:
“Los pronombres relativos son un tipo de pronombre que se usa para iniciar una oración e introducen una oración subordinada adjetiva de la que forman parte. Usualmente se considera que los pronombres relativos ocupan la posición del especificador de la oración y, por tanto, la oración de relativo que encabezan puede ser vista como un sintagma complementario.”
Pasemos a ver, mediante una cantidad considerable de ejemplos, la mayoría de cambios que se le están introduciendo al pronombre relativo:
- “…ese grupo empezó a moverse y frente al sitio que nos reuníamos vivía Franklin Mieses Burgos.” (Tony Raful Tejada, en entrevista que le hizo Bruno Rosario Candelier). Este prominente intelectual y académico es una muestra fehaciente de que el relativo está experimentando verdaderos cambios en su configuración. En este caso se ha reducido el relativo “en que” a “que” en la parte de la oración que dice “frente al sitio que nos reuníamos…”, que debe ser “frente al sitio en que nos reuníamos…” A esa ausencia de “en” en el relativo “en que” un servidor le ha llamado “desenqueísmo”.
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