11/9/2020 | Roberto Guzmán (Academia Dominicana de la Lengua)
RAMPLIMAZO – RAMPLINAZO
“A pesar del RAMPLIMAZO que yo le había propinado. . .”
En el español dominicano existe este ramplimazo documentado en la literatura. De acuerdo con lo que recuerda quien escribe estas notas acerca del idioma dominicano este había oído una voz con una pequeña diferencia en su ortografía con igualdad de acepciones, ramplinazo.
Es muy probable que la voz primera para el “golpe fuerte que se recibe” fuera la que termina en -nazo (con ene/n/) que cambió a la letra eme /m/, como resultado de la atracción que le hizo la existencia en español de la palabra mazo, con el significado de “martillo grande o, maza pequeña para machacar”. Ha de tenerse en cuenta que los vocablos martillo y mazo son herramientas para golpear; por lo tanto, tienen relación con ramplimazo.
Que algo como lo que se sugiere ocurriera no es un fenómeno raro en las lenguas, pues ha ocurrido y está ampliamente documentado en la historia del español. El más fácil de explicar y de entender es el de vagamundo por vagabundo.
El ramplinazo ha evolucionado a través del tiempo. Comenzó por ser solo el golpe fuerte. Luego pasó a ser la señal que deja el golpe. De ahí a significar la reprimenda severa. Al final llegó hasta a designar el “impulso repentino de hacer algo”, que es una metáfora sedimentada quizás en el rasgo de “inesperado o imprevisto” que consta en su definición.
Por una inexplicable razón o, sin ella, desde la primera vez que se oyó esta voz hace cerca de sesenta y cinco años, se ha identificado el golpe del ramplinazo, ramplimazo con el que se propina con una espada, espadín o machete. Esto así quizás por aquello de “planazo” que es el golpe que se da con la plana del machete o del sable. El propósito o en todo caso el resultado de este tipo de golpes es producir contusiones y no heridas cortantes. El ran/ram de la primera parte de esta voz “suena” como una onomatopeya que mueve a pensar en el sable, el machete y la espada cuando estos golpean.
PAPADIÓ
“. . . cierto que se está llevando mucha gente a visitar a PAPADIÓ. . .”
Hay que celebrar que algunos escritores y periodistas rescaten algunas voces del habla diaria que de otro modo caerían en el olvido. Este Papadió es una de ellas.
Se escribió Papadió con pe /p/ inicial mayúscula porque se usa en lugar de simplemente utilizar Dios que es un nombre propio antonomástico, por tanto, pasa a tener las mismas cualidades que el Dios es para la persona que profesa una religión monoteísta.
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