3/9/2021 | ABC Cultura (España)
En agosto de 1713 un grupo de ilustrados creaba en casa del Marqués de Villena la Real Academia Española con el objetivo de defender y mantener la lengua castellana. Después de que el rey Felipe V sellara su constitución, sus miembros se pusieron a trabajar en un diccionario que fijara, limpiara y diera esplendor a nuestro idioma.
Durante trece años, entre 1726 y 1739, fueron redactando aquella obra cuyas palabras venían refrendadas por algún autor de primera categoría (Lope, Quevedo, Cervantes…): una «autoridad». De ahí que la obra fuera denominada Diccionario de Autoridades. Un trabajo de primerísima categoría que aún hoy, siglos después, es un regalo para nuestra cultura.
Ahora, la Real Academia vuelve a rendir homenaje a este primer coloso del español y pone a disposición de la comunidad científica y del público en general los manuscritos digitalizados del segundo Diccionario de autoridades. La corporación pretendía culminar con ello la publicación de su segunda edición, en la que los académicos trabajaron hasta 1829.