18/3/2022 | Piedad Villavicencio Bellolio (El Universo, Ecuador)
La Nueva gramática de la lengua española (NGLE) indica que la preposición «a» es obligada en algunos contextos, se excluye en varios y es potestativa en otros. En el uso u omisión de la preposición intervienen algunos factores como «la naturaleza personal o no personal del complemento directo (animacidad [dotado de movimiento]), la medida en que los nombres que designan cosas pueden asimilarse a los que denotan personas en ciertos contextos (personificación) o el hecho de que el grupo nominal lleve o no determinante (definitud)» (p. 2631).
En la personificación de los sustantivos influye el significado que estos tienen. De esta manera, según la NGLE, el grupo nominal «el planeta» se puede usar para mencionar un astro, razón que favorece la omisión de la preposición: Hay que cuidar el planeta. Pero este mismo grupo nominal también puede referirse a los habitantes de la Tierra, y en este caso es normal que se emplee con «a»: El calentamiento global y la desertificación están afectando AL planeta. En este ejemplo es factible inferir que los problemas mencionados afectan a los habitantes de la Tierra.
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