3/6/2023 | María José Rincón (Diario Libre, República Dominicana)
Los préstamos entre lenguas han existido siempre y seguirán haciéndolo. Nuestra vigilancia como buenos hablantes tiene que centrarse en que las palabras que tomemos prestadas sean imprescindibles y se adapten se incorporen sin aspavientos a nosotros. En la última Eñe nos fijamos en palabras que adaptan su grafía para que en español sigamos pronunciándolas como en su idioma original.
Existe también otra modalidad en la que la grafía original se mantiene, o sufre cambios muy pequeños, y lo que se acomoda al español es la pronunciación de la palabra. Las escribimos en su forma de origen, o casi, pero las pronunciamos a nuestra forma, es decir, haciendo corresponder las letras con su sonido.
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