El sustantivo farsa, que designa una acción con la que se busca aparentar o engañar, no debe confundirse con falsa, que es la forma femenina del adjetivo falso.
No obstante, en los medios de comunicación no es raro encontrar ocasiones en las que se emplea falsa en lugar de farsa: «Asegura que la educación técnica en los liceos es una falsa», «Abogado de Vidal Plast dice informe de bomberos es una falsa» o «El dirigente político aseguró que es una falsa el diálogo entre los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil».
Como se puede consultar en el Diccionario de la lengua española, el adjetivo falso, sa en sus usos más generales añade al sustantivo que califica los sentidos de ‘fingido o simulado’ (sonrisa falsa, falsa alarma) e ‘incierto y contrario a la verdad’ (argumentos falsos, noticias falsas, falsas esperanzas); por su lado, farsa es un sustantivo femenino entre cuyos significados está el de ‘acción realizada para fingir o aparentar’, que es a lo que se refieren los ejemplos anteriores.
Por esa razón, en las frases citadas lo más apropiado habría sido escribir «Asegura que la educación técnica en los liceos es una farsa», «Abogado de Vidal Plast dice informe de bomberos es una farsa» y «El dirigente político aseguró que es una farsa el diálogo entre los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil».
Cabe apuntar que sí es válido el uso de falsa (o falso) como sustantivo cuando se refiere a una persona ‘que miente o que no manifiesta lo que realmente piensa o siente’: «¿Cómo saber si tu amiga es una falsa?».