6/12/2024 | Rafael Tobías Rodríguez Molina (República Dominicana)
En mi experiencia de analista de textos y corrector de estilo de libros y de tesis de grado y de posgrado, me he dado cuenta de que muchos usuarios de la lengua española, empleada en forma oral y escrita por ellos, aun perteneciendo a elevados niveles culturales, reflejan un nivel bastante alto de deficiencias normativas, especialmente en el plano de la acentuación diacrítica, la concordancia y la puntuación.
En cuanto a las deficiencias en el uso de los signos de puntuación, hace alrededor de un año leí cinco libros de autores dominicanos, todos profesionales; y al encontrarme con la sorpresa del deficiente empleo del “punto y coma” en sus libros, especialmente de dos de esos escritores, me planteé la hipótesis de que un porcentaje elevado de nuestros escritores manejan el empleo del punto y coma con altas deficiencias.
Y efectivamente, ninguno de ellos recibió el calificativo “bien”, uno fue catalogado de “regular” (=cercano a bien), uno “alejado de mal“, uno de “mal” y dos de “muy mal”.
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