14/6/2025 | Fernando Ávila (El Tiempo, Colombia)
En 1493, Portugal y España se disputaban la conquista y colonización del recién descubierto continente americano. Como árbitro eligieron al papa Alejandro VI, que llevaba apenas un año en el solio pontificio, pero era experto en acuerdos políticos de todo tipo. Alejandro VI, que no era otro que el español Rodrigo Borja, trazó una línea vertical en el mapa que le presentaron y así quedó dividido el Nuevo Mundo en dos partes, una para España, y la otra, para Portugal. Posteriormente se hicieron algunos ajustes, como los del Tratado de Tordesillas, que se firmó un año después. ¿Por qué el papa? Porque oficialmente lo que estaban haciendo los europeos en América era evangelizar, con la indispensable previa alfabetización.
Lengua y religión. Los misioneros se pusieron de moda. Recuérdense las misiones jesuitas en Paraguay, y las franciscanas en California, suficientemente ilustradas por la literatura y el cine.
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