Nuestro idioma: juntadera, maledicente/*malediciente, absurdez, cuido

17/3/2017 | Roberto Guzmán (Academia Dominicana de la Lengua, República Dominicana)

|JUNTADERA

. . . lo que significa que estos jóvenes carecen de puntos de reunión, de JUNTADERA. . .”

La palabra consignada como título es de difícil localización. El único lexicón que registra la voz en cuestión es el Diccionario del español dominicano (2013). La acepción que este recoge es, “Reunión de amigos”. Como consecuencia de lo mencionado en las oraciones precedentes a esta, debe considerarse en tanto dominicanismo léxico.

La voz que se localizó en otras obras fue “juntadero”. Se halló en la obra Innovaciones sufijales en el español centroamericano (1987:56). En ese libro se señala que es de uso en Argentina para, “Lugar donde se juntan varias personas para discutir o platicar”. Este autor lo toma de El habla rural de San Luis de Berta Vidal de Battini (1949:260).

No se trata aquí solo de apuntar lo que antecede, sino también de abogar por una acepción diferente para la voz en el español dominicano. Lo que se ha oído de boca de dominicanos es el vocablo tratado aquí con el significado de “compañía”. La palabra compañía hay que aceptarla aquí en tanto equivalente de persona o grupo de personas que se acompañan unas a otras.

Puede rememorarse aquí el consejo de la tía Nena, “No me gusta esa juntadera”. Ese es un ejemplo del uso dominicano con el significado de compañía, de compaña. Hay que agregar a lo ya escrito, que se recuerda que casi siempre se utilizaba en sentido negativo, es decir, con un rasgo despectivo acerca de la compañía a la que se refería. Esa acepción puede asemejarse a “amigote” por considerarse mala compañía.

Esta juntadera dominicana tiene algo similar con otro juntadero argentino que aparece recogido en el Diccionario del habla de los argentinos (2008:397) en la que se halla definida como: “Lugar donde se acumulan personas o cosas valoradas negativamente”. La similitud se refleja en el adverbio negativamente. Llama la atención que la fuente que cita este lexicón es la misma anterior de la señora Vidal; así mismo, trae una cita del periódico La Nación del año 2000. Según parece esta acepción se debe a la señora C. Paiz sacada de su libro El lenguaje de los correntinos (2004:59).

En realidad, este derivado que forma el hablante dominicano obedece a la función que le otorgan y reconocen quienes lo emplean. El uso dominicano formó una voz que no se ajusta completamente a lo que los derivados con –ero, -era dan lugar. Estos derivados en general denominan nombres de objetos, utensilios; de lugares; de árboles, plantas y, con mayor frecuencia, de oficios, profesiones, ocupación, actividad. Puede referirse también a “cantidad de algo, conjunto de”.

Ha de tenerse en cuenta que el sufijo en la juntadera es –era y, que se añadió al sustantivo junta, (raíz) con la inserción de esa letra de /d/ (interfijo), para que el elemento agregado completo acabe con la terminación –dero.

Con la exposición que antecede se pretende argumentar para que se tome en cuenta la voz estudiada y se incorpore en futuros diccionarios del español dominicano.

MALEDICENTE – *MALEDICIENTE

“. . . a los que los MALEDICIENTES y sediciosos atribuyen. . .”

En el título se presenta primero la forma usual para el adjetivo que expresa que la persona a quien se le aplica incurre en maledicencia. Sirve la última palabra, maledicencia, para mencionar las acciones de las personas cuando difaman, murmuran o calumnian.

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