9/8/2019 | Ruth Martín Mazón (FundéuBBVA)
Seguro que te ha pasado alguna vez que no te acuerdas de cómo se llama una persona y te refieres a ella como «fulano», pero ¿sabes de dónde viene esta palabra?
A pesar de que no empiece por al, fulano viene del árabe fulān y se utiliza desde la Antigüedad para elidir el nombre real de alguien. Y no solo lo decimos nosotros: el Diccionario académico explica que se usa ‘para aludir a alguien cuyo nombre se ignora o no se quiere expresar’, como en «Ha venido fulano preguntando por ti». También se emplea para designar a ‘una persona indeterminada o imaginaria’: «La Justicia debe intervenir para dictaminar si fulano tiene derecho a un tratamiento caro».
Una gran familia
Cuando se hace referencia a varios individuos, fulano lleva aparejada una retahíla de voces que casan con ella con idéntica rima: mengano, zutano, perengano y hasta perencejo, aunque este pariente lejano haga perder la musicalidad del conjunto.
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