4/10/2019 | Javier Lascuráin (El blog de la Fundéu, España)
La comunicación entre personas y máquinas ha pasado de la ciencia ficción a nuestra vida diaria en un puñado de años gracias al avance exponencial de la tecnología que la hace posible. Cada día hablamos con decenas de personas, pero también, sin apenas darnos cuenta, con robots, algoritmos… Un escenario que pone sobre la mesa apasionantes retos éticos, lingüísticos y comunicativos.
Si tratásemos de hacer la lista de las personas con las que nos hemos comunicado al cabo de un día (con las que hemos hablado en persona, a las que hemos llamado o escrito un correo, con las que nos hemos relacionado en una red o un chat…) seguramente nos resultaría sencillo: Isabel, Juan, María…
Pero no solemos ser tan conscientes de que buena parte de nuestra comunicación diaria la mantenemos con otros interlocutores muy distintos: máquinas, robots, algoritmos que intervienen en una cantidad sorprendente de aspectos de nuestra vida diaria. Nos ayudan a encontrar información, a comprar un billete de tren, a seleccionar las noticias más interesantes, a solucionar reclamaciones o dudas…
Y todo eso sin necesidad de comunicarnos con ellas en lenguajes extraños o códigos para iniciados, sino en nuestro propio idioma, en el mismo español de todos los días en el que está escrito este texto.
Más en fundeu.es/blog