30/4/2022 | Tobías Rodríguez Molina (Academia Dominicana de la Lengua)
Hace un tiempo leí la colección de cuentos Final del juego, obra escrita por Julio Cortázar. Mientras iba leyendo señalaba la presencia de algunas de las figuras literarias, como la metáfora, la comparación, la adjetivación, el epíteto, la sinestesia, la prosopopeya o personificación y otras figuras más. También anotaba el empleo de la frase “de que” en consonancia con las normas, como en “me di cuenta de que”, y el empleo de “que” en vez de “de que”, como en “me di cuenta que”, es decir, eliminándole “de” al “de que”, dando origen al “queísmo”, con lo cual se aparta del uso del “de que” que varias veces emplea. A esos dos usos es a lo que yo he catalogado de “incongruencia”.
Destacaré otros casos, como el empleo correcto de “enseguida”, como en “papá y mamá vinieron casi enseguida”, y el uso de “en seguida” (separado), como en “lo hice entrar en seguida”, quebrantando de ese modo la norma ortográfica, la cual indica que debe escribirse “enseguida”. A ese empleo yo lo he llamado “incongruencia y desacierto” a la vez; incongruencia porque los escribe a veces de una forma y otras veces de otra, y desacierto porque emplea “en seguida” quebrantando la ortografía del español.
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