14/3/2025 | David Figueroa Díaz (Periodistas en Español)
Desde que me he dedicado a escribir sobre temas gramaticales y lingüísticos, muy pocas han sido las veces que he hablado de errores, pues prefiero referirme a impropiedades, dado que es una forma más sutil de lograr que sean admitidas las equivocaciones y que puedan ser disipadas las dudas.
A quien se le diga que tiene errores ortográficos, es como soltarle una fuerte expresiva (explosiva, por demás) que puede ser más dañina que provechosa, por lo que es indispensable saberlo hacer, para que ese alguien no se ofenda y entienda que nadie está exento de incurrir, como en el caso del lenguaje escrito y oral, en situaciones viciadas. Para eso se debe tener presente que la forma más apropiada y prudente es corregir en privado, pues eso produce ánimo, confianza y firmeza.
Más en periodistas-es.com