25/11/2022 | Domingo Caba Ramos (Diario Libre, República Dominicana)
El vocablo “cuerda”, entre más de una veintena de acepciones, se define en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), como un «Objeto delgado, muy alargado y flexible, hecho de hilos o fibras torcidos o entrelazados, que se usa generalmente para atar o sujetar cosas»; pero a pesar de este académico concepto, cuando un dominicano lee o escucha el precitado término, lo primero que llega a su mente es la idea de ‘broma’ o ‘burla’. Una broma y una burla que naturalmente generan molestia o enfado. Semejante concepción le imprime a dicha palabra el rango de dominicanismo, específicamente, de dominicanismo semántico. De ahí que en el Diccionario del español dominicano (2013:230), acerca de la palabra «cuerda», se dice escuetamente que significa ‘enfado’, vale decir, no se registra ninguno de los veinticinco significados que aparecen en el diccionario general del idioma español.
Acepciones semejantes se nos presentan en otros textos dominicanos de naturaleza lexicográfica como el Diccionario de dominicanismos (2002), de Carlos Esteban Deive, en el que la voz que nos ocupa, se define con el sentido de ‘Broma, burla ligera o pesada…’ (p.65). De igual forma la concibe el maestro, lingüista y lexicógrafo don Max Uribe en su valioso texto Notas y apuntes lexicográficos: Americanismos y dominicanismos (1996:124).
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