12/2/2021 | Rafael Peralta Romero (El Nacional, República Dominicana)
Los nombres de los dientes recuerdan la naturaleza animal de los seres humanos. Nos diferenciamos de los otros en que podemos hablar y pensar, además de estar dotados de sentimientos. En muchas acciones nos parecemos a los animales irracionales, sobre todo en las funciones biológicas y ciertas necesidades. El comer, por ejemplo, es una necesidad animal que los humanos podemos convertir en un acto social.
Por la condición original del acto de comer, nuestros dientes cumplen funciones específicas que han permitido a los especialistas del área agruparlos y nombrarlos en consonancia con esas funciones y las características que presentan las piezas dentales. Los nombres y roles remiten a nuestra condición animal.
Los nombres son incisivos, caninos y molares más los premolares. Los incisivos, cuatro en el conjunto superior y cuatro en el inferior, tienen la función de cortar. Son como pequeñas hachas. “Frontera de los besos serán mañana, cuando en la dentadura sientas un arma”, escribió a su hijo el poeta Miguel Hernández cuando el bebé tenía cinco dientes “como cinco jazmines adolescentes”.
El adjetivo /incisivo/, de acuerdo al Diccionario de nuestra lengua, significa “Apto para abrir o cortar. Punzante, mordaz”. Con los dientes incisivos cortamos un trozo de alimento (una salchicha, por ejemplo) mientras sostenemos una parte que no llevaremos a la boca de inmediato. Comer un guineo maduro precisa de los incisivos, pero no así masticar majarete o un helado, nueces o coditos.
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