27/1/2017 | Roberto E. Guzmán (Academia Dominicana de la Lengua, República Dominicana)
ÑOÑO, A
A veces se pregunta uno si esta voz tiene algo que ver con el principal significado con que se reconoce en el habla de todos los días de los dominicanos, por la repetición de la misma sílaba; o si el propósito de la repetición en el fondo es solamente enfático.
Es bueno recordar que todavía en el año 1970, en la décimo novena edición del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, no se había asentado el principal significado dominicano.
En esos años los académicos solo reconocían que ñoño servía para referirse a la persona “apocada y de corto entendimiento”. Cuando se aplicaba a cosas era para denotar “soso, de poca sustancia”. Ya el significado que le dio origen iba en decadencia, pues se caracterizaba de anticuada la acepción “caduco, chocho”.
Se ha repetido antes en el desarrollo de este comentario, “principal significado dominicano”. Con este se destaca el más conocido y empleado, que es el de “mimado, consentido”, como muy bien lo define el Diccionario del español dominicano (2013). Así mismo, la persona que se tipifica de ñoña lo es por ser “susceptible, delicada”; o bien, “inclinada a los mimos”.
Añadido a las demás, el último diccionario mencionado recoge la acepción que se refiere a persona o cosa “que se aprecia o se prefiere entre varias”. Trae dos acepciones más ese lexicón que son de menos uso, para designar la “barriga” y la “presidencia de la República”.
Ya en una intervención anterior por este medio se subrayó que la ñoña es la “banda presidencial” en tanto símbolo de la presidencia de la República, de donde los dominicanos han creado la expresión “terciarse la ñoña” para significar, llegar a la presidencia de la República.
Ahora bien, no se ha no se ha hecho espacio a esta voz solo para esencialmente repetir lo que la mayoría de los dominicanos conocen, sino para recordar una acepción que no ha recibido el reconocimiento oficial en los diccionario diferenciales. Ñoño también vale para expresar que algo es “grande, enorme”. Se emplea de preferencia para cosas. El autor de estos comentarios ha oído en muchas ocasiones este uso.
Para terminar, algunos ejemplos ayudarán a recordar este uso. “El capitán se paseaba entre los presos con un ñoño garrote”. Aquí se entiende como sinónimo de “enorme”. “El calié escondía en la cintura debajo, de la chacabana, el ñoño revólver con que disparó”. En este caso evoca la idea de “grande”.
PALEAR – PALIAR
“. . .como contingencia para PALEAR el desempleo. . .”
Las dos palabras del título son legítimas en el español de cada día. En realidad son muy diferentes en su uso porque los respectivos campos semánticos son distantes.
La confusión entre uno y otro de estos dos vocablos procede de la forma en cómo se pronuncia el verbo palear en el habla descuidada, negligencia que lleva a enunciar las dos palabras de la misma forma.
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