La expresión política partidista se escribe en dos palabras y admite variación de género y número, mientras que en el adjetivo compuesto político-partidista solo varía el segundo elemento: auge de la política partidista, actividades político-partidistas.
En los medios de comunicación se utilizan con frecuencia estas formas como se muestra en los siguientes ejemplos: «Polanco renuncia a toda actividad política-partidista», «Control del gasto, de las nóminas y de la publicidad estatal para evitar que sean manipuladas por los intereses políticos partidistas», «En política-partidista las alianzas son coyunturales» o «Hay la impresión generalizada de que la política-partidista es el trampolín ideal de muchos para conseguir ascenso social».
Tal como explica el Diccionario panhispánico de dudas, cuando se utiliza el guion para unir adjetivos que se refieren a un mismo sustantivo, el primero de ellos permanece invariable en masculino singular y el segundo concuerda en género y número con el sustantivo al que se aplica. Así, cuando los términos político y partidista aparecen unidos por guion en función adjetiva, lo adecuado es escribir político-partidista, no política-partidista, aunque el sustantivo al que acompañen sea femenino.
Por otro lado, se escribe siempre sin guion la expresión compuesta por el sustantivo política (referido tanto a la actividad o doctrina como a las personas que intervienen en ella) y el adjetivo partidista; en este caso es obligatoria la concordancia entre ambos términos y con los determinantes que acompañen al sustantivo: «La política partidista es cosa de hombres», «Se presenta el mismito debate: ¿políticos partidistas o independientes?».
En vista de lo anterior, en los ejemplos iniciales lo más apropiado habría sido escribir «Polanco renuncia a toda actividad político-partidista», «Control del gasto, de las nóminas y de la publicidad estatal para evitar que sean manipuladas por los intereses político-partidistas», «En la política partidista las alianzas son coyunturales» y «Hay la impresión generalizada de que la política partidista es el trampolín ideal de muchos para conseguir ascenso social».