14/6/2024 | Enrique Balmaseda Maestu (The Conversation)
Mucha gente suele creer que hay una sola manera de hablar bien una lengua y, sobre todo, de pronunciarla: la que coincide con la norma social dominante y tiene mayor semejanza con lo escrito. En el caso del español, se tiende a identificar con el habla de Castilla, del centro y norte peninsular, considerada como prestigiosa y referente de los medios de comunicación y en el discurso público.
De tal planteamiento se deriva el prejuicio de que existen acentos y dialectos divergentes que son modalidades lingüísticas “inferiores” o formas de hablar incorrectas.
Acento y dialecto, juntos, pero no revueltos
El Diccionario de la Lengua Española , al definir “acento” en sus acepciones cuarta y quinta, se centra en el aspecto fonético, rítmico, entonativo y melódico del habla. Es decir, en sus cualidades acústicas, a las que apuntan los sinónimos incluidos (deje, dejo, entonación, tono, tonillo, tonada, cantadito, cantito).
Más en theconversation.com