12/3/2021 | Álex Herrero (El Blog de la FundéuRAE)
El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la COVID-19 había dejado de ser una epidemia para convertirse en una pandemia llena de palabras.
Para algunos, era algo lejano, inverosímil, propio de la ciencia ficción; para otros, el SARS-CoV-2 era un nombre que se estaba convirtiendo casi en familiar. Sin embargo, aquel 11 de marzo del 2020, no podíamos imaginar lo que supondría la COVID-19 en nuestras vidas. Y es que el coronavirus —hace hoy justo un año desde que la OMS lo declaró pandemia mundial—, además de revolucionar nuestras vidas por completo, ha agitado las palabras.
COVID-19: historia de una palabra
Pocas veces en la historia de la lengua los hablantes asisten al nacimiento de una palabra, pues en muchos casos resulta casi imposible localizar el primer texto en el que se documentó o la primera conversación en la que fue pronunciada. En este caso, COVID-19 apareció por primera vez el 11 de febrero del 2020, un mes antes de que se declarara la pandemia.
Conocer cuándo apareció por primera vez este término no es el único hito, porque el nombre de esta enfermedad ha pasado, en un tiempo récord —apenas diez meses—, de ser un acrónimo de coronavirus desease a formar parte del léxico común —con la posibilidad de escribirlo íntegramente en minúsculas— a recogerse en el Diccionario de la lengua española.
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