2/2/2024 | Rocío Cruz Ortiz (The Conversation)
Tanto en el caso de la palabra México como en el de Texas y su pronunciación en español, Méjico y Tejas, esta es una pregunta que muchos hispanohablantes y no pocos aprendices de español se plantean: ¿de dónde viene la jota y qué relación tiene con la grafía x ?
Para responder a esta cuestión, debemos recurrir a la historia de la lengua, bucear en el pasado de nuestro idioma. En latín, el sonido que corresponde a nuestra jota actual (bien se pronuncia de una manera tensa o más relajada, como una /h/ aspirada) no existía, sino que se trata de una articulación nueva que se origina con la configuración del romance y cuyo surgimiento los historiadores de la lengua datan entre los siglos XV y XVII.
Pronunciación de las grafías j, g y x en castellano medieval
En castellano medieval teníamos dos sonidos que el español contemporáneo ha perdido: el prepalatal fricativo sordo (/∫/), que sonaba como una sh, y su correlato sonoro /ʒ/.
El primero se pronunciaba como diríamos hoy, por ejemplo, el nombre de la famosa cantante Shakira, y le correspondería la letra x. Fue así, con equis, como se adaptó al español en el siglo XVI, cuando llegan a este territorio azteca los conquistadores españoles, el nombre náhuatl de México (en aquella época sin tilde), que nunca se pronunció Méksico, sino Méshico.
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