El sustantivo larimar, que designa una piedra semipreciosa de color azul de origen dominicano, no requiere de mayúscula inicial.
Este mineral, que fue declarado piedra nacional en el año 2011, suele aparecer en las noticias con inicial mayúscula en ejemplos como «El Larimar, una piedra que nos representa», «El Larimar es una variedad de pectolita que solo se encuentra en República Dominicana» o «Los ministerios asignarán parte de su presupuesto a actividades que promuevan nacional e internacionalmente el Larimar como piedra semipreciosa que identifica al país».
Sin embargo, larimar, acrónimo derivado de Larissa (nombre de la hija de Miguel Méndez, quien bautizó la piedra en 1974) y de la palabra mar, debe escribirse en minúscula por su condición de nombre común, al igual que voces afines como ámbar, diamante, esmeralda, oro y plata. Solo se escribiría con mayúscula inicial cuando forme parte de un nombre propio como Museo del Larimar o Día Nacional del Larimar.
Por lo tanto, en los ejemplos citados habría sido preferible escribir «El larimar, una piedra que nos representa», «El larimar es una variedad de pectolita que solo se encuentra en República Dominicana» y «Los ministerios asignarán parte de su presupuesto a actividades que promuevan nacional e internacionalmente el larimar como piedra semipreciosa que identifica al país».
Cabe destacar que, aunque este sustantivo no aparece aún en el Diccionario de la lengua española, es una palabra de uso corriente en el español dominicano, cuya incorporación gestiona la Academia Dominicana de la Lengua, pues de ella existen registros en obras literarias y en documentos oficiales, así como en el Diccionario del español dominicano.