La expresión bebida adulterada es más precisa que alcohol adulterado para referirse a aquellas en cuyo proceso de preparación se ha añadido algún tipo de alcohol tóxico, con graves consecuencias para la salud y la vida de los consumidores.
Con motivo del fallecimiento de varias personas provocado por el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, en los medios de comunicación dominicanos aparece con frecuencia la expresión alcohol adulterado en frases como las siguientes: «Paliza pide aplicar todo el peso de la ley a los que venden alcohol adulterado», «El alcohol adulterado puede ser un 90 % mortal debido a sus graves efectos» o «Ministerio de Salud presenta informe preliminar sobre intoxicaciones por alcohol adulterado».
Tal como registra el Diccionario de la lengua española, adulterar es ‘alterar fraudulentamente la composición de una sustancia’. Por otro lado, tanto el alcohol etílico o etanol (componente fundamental de las bebidas alcohólicas) como el alcohol metílico o metanol (semejante en su olor y otras propiedades al etílico, pero tóxico), alcohol yodado, etc., son todos alcoholes, aunque no tengan las mismas propiedades. Siendo así, cuando se sustituye el alcohol etílico por el metílico o por cualquier otra sustancia, lo que se altera no es el alcohol, sino la composición de la bebida que lo contiene.
Aun cuando se suele emplear la palabra alcohol para referirse por antonomasia tanto al alcohol etílico como a la ‘bebida que contiene alcohol, en oposición implícita a las que no lo contienen’, en este contexto resulta más apropiado hablar de bebidas adulteradas que de alcohol adulterado.
Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos citados habría sido recomendable escribir «Paliza pide aplicar todo el peso de la ley a los que venden bebidas alcohólicas adulteradas», «El alcohol tóxico puede ser un 90 % mortal debido a sus graves efectos» y «El Ministerio de Salud presenta informe preliminar sobre intoxicaciones por bebidas adulteradas».