Con motivo del 58 aniversario de la muerte del tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina, el 30 de mayo de 1961, se ofrecen algunos consejos lingüísticos para una redacción más precisa de las informaciones sobre este importante acontecimiento de la historia de la República Dominicana.
- Leonidas y Leónidas
Aunque en español el segundo nombre del déspota es palabra esdrújula (Leónidas), durante su dictadura en la República Dominicana se pronunció y escribió siempre como palabra llana (Leonidas). Como esta, muchas palabras de origen griego cuya pronunciación en su idioma original es llana se convirtieron en esdrújula al ser hispanizadas, de modo que ambas formas son válidas.
- Ajusticiamiento, pero también tiranicidio, magnicidio
Aun cuando por su definición el verbo ajusticiar se refiere concretamente a dar muerte ‘al reo condenado a ella’, se justifica el empleo metafórico del sustantivo ajusticiamiento para aludir a la muerte del tirano. En este contexto son apropiados y más precisos los términos magnicidio y tiranicidio.
- La era de Trujillo, con era en minúscula
Con frecuencia se emplea la expresión era de Trujillo en referencia a los más de treinta años de gobierno (1930-1961) del dictador. El sustantivo era, que se define como un ‘período histórico extenso’, se escribe en minúscula, y no con mayúscula inicial, por ser un nombre común: era cristiana, era solar, era atómica, era digital, era de Trujillo.
- Apodos, forma de escritura
Según la Ortografía académica, los sobrenombres, apodos y alias se escriben en mayúscula y sin necesidad de cursivas o comillas (Chapita, Ramfis, Petán); si van precedidos de un artículo, este va en minúscula: el Jefe, el Benefactor, el Chivo…
- Cargos y títulos honoríficos
Asimismo, lo indicado es escribir con minúscula inicial, por su condición de nombres comunes, los sustantivos que designan títulos, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango, tanto si se trata de usos genéricos como si se trata de menciones referidas a una persona concreta. De modo que así han de escribirse los múltiples títulos, honoríficos o no, que ostentó el dictador: generalísimo, doctor, benefactor de la patria, padre de la patria nueva, generalísimo invicto de los ejércitos dominicanos, restaurador de la independencia financiera del país, rector vitalicio de la Universidad de Santo Domingo (UASD), perínclito de San Cristóbal…
- Nombres de cárceles y centros de torturas
Los nombres de organismos, unidades militares, etc., se escriben con mayúscula inicial en todas las palabras significativas (Partido Dominicano, Fuerzas Armadas, Servicio de Inteligencia Militar), pero no hay razón para emplear mayúsculas en los sustantivos y adjetivos de carácter común que acompañan estos nombres y que funcionan como especificadores: hacienda María, cárcel de La 40, cárcel de El Nueve, cárcel de La Victoria.
- El plural de calié es caliés
El sustantivo calié, término propio del español dominicano con el que durante la dictadura se aludía la persona que hacía de soplón, espía o chivato, forma el plural con –s, al igual que, por ejemplo, comités es el plural de comité, o cafés lo es de café. Se consideran inapropiados en estos casos los plurales terminados en –ses, de modo que en «El día en que “calieses” de Trujillo intentaron matar a Negro Reyes» lo apropiado habría sido «El día en que caliés de Trujillo intentaron matar a Negro Reyes».
Cabe apuntar calié no precisa de comillas o cursivas, pues se trata de un término asentado en el Diccionario del español dominicano y de uso común y extendido en las letras y en el habla nacionales.
- Antitrujillista y antitrujillismo, sin guion ni espacio
El prefijo anti–, que expresa un sentido opuesto a lo que representa la palabra a la que modifica, se escribe por regla general unido a ella sin guion (*anti-trujillista) ni espacio (*anti trujillismo), a menos que se trate de una palabra con inicial mayúscula, como un nombre propio (anti-Trujillo), o una sigla.
Ver también: 14 de junio, formas de escritura