Es redundante el uso combinado de cursivas y comillas, puesto que ambos recursos desempeñan la misma función distintiva.
Es una práctica frecuente en los medios de comunicación destacar en cursivas un texto, cita o párrafo encerrado entre comillas: «“Si fuera un vino, definitivamente sería un gran reserva”», «La petición viene envasada en una fórmula ya patentada: “Cuando usted pueda, mi don, tengo que tratarle un asunto”» o «La resolución que instituye el “Reglamento de Licitaciones para Compraventa de Energía mediante Contratos de Largo Plazo”».
La Ortografía de la lengua española prescribe el uso de letras ‘en cursiva o entre comillas’ y no ‘en cursiva y entre comillas’, es decir que el uso de comillas se reserva a los casos en que no es posible usar las cursivas por razones técnicas o de conveniencia.
Por eso, en los ejemplos citados habría sido más apropiado limitarse a un solo recurso gráfico: Si fuera un vino, definitivamente sería un gran reserva, «La petición viene envasada en una fórmula ya patentada: “Cuando usted pueda, mi don, tengo que tratarle un asunto”» y «La resolución que instituye el Reglamento de Licitaciones para Compraventa de Energía mediante Contratos de Largo Plazo».
Ver también: Cursiva y redonda: guía de estilo, de Fundéu BBVA
hola
bien
Muy claro y bien sustentado con la fuente de referencia.