La palabra óptimo, que significa ‘bueno en grado sumo’, no necesita cuantificadores como más, menos o muy, pues en sí expresa que aquello a lo que se refiere no puede ser mejor.
Sin embargo, en los medios de comunicación aparecen con frecuencia frases como «Con otra estructura operativa tendría un desempeño más óptimo», «Es fácil y rápido obtener resultados sobre cuál sería el régimen más óptimo» o «Los servicios de alojamiento y alimentación son desiguales, siendo las escuelas de Hatillo y la de Politur las más óptimas».
Tal como indica la Nueva gramática de la lengua española, óptimo rechaza los cuantificadores más y menos. Asimismo, de acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas, la forma superlativa óptimo no debe utilizarse en combinación con marcas de grado como muy, más, menos o tan; por tanto, resultan inapropiadas las combinaciones muy óptimo, tan óptimo, menos óptimo y más óptimo.
Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos citados lo más adecuado habría sido escribir «Con otra estructura operativa tendría un desempeño óptimo», «Es fácil y rápido obtener resultados sobre cuál sería el régimen óptimo» y «Los servicios de alojamiento y alimentación son desiguales; solo en las escuelas de Hatillo y la de Politur son óptimos».