El sustantivo taza, ‘recipiente pequeño con asa utilizado para tomar líquidos’, se diferencia en español del sustantivo tasa: ‘fijación del precio oficial de una mercancía o servicio’ o ‘tributo que se impone para ciertos servicios o actividades’.
Sin embargo, es frecuente encontrarlos usados indistintamente en los medios de comunicación: «Taza cero para la agropecuaria», «Aplaudió la baja de la taza de interés a un 1 % en los préstamos del Banco de Reservas» o «La divisa estadounidense se podría colocar en una taza de cambio de 65 pesos por dólar».
Aunque en la escritura solo se diferencian en una letra, son dos términos distintos y no deben intercambiarse. El origen de la confusión está en el seseo, que consiste en pronunciar la z con el sonido de la s, fenómeno que es general en toda Hispanoamérica y parte de España (islas Canarias y parte de Andalucía) y que goza de total aceptación en la norma culta, como señala el Diccionario panhispánico de dudas, pero que no debe interferir con la ortografía.
Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Tasa cero para la agropecuaria», «Aplaudió la baja de la tasa de interés a un 1 % en los préstamos del Banco de Reservas» o «La divisa estadounidense se podría colocar en una tasa de cambio de 65 pesos por dólar».