La expresión tomar partido, y no tomar partida, es la adecuada para expresar la idea de decidirse o de ponerse de parte de alguien o algo.
No obstante, es frecuente encontrar en los medios de comunicación frases como «Llama a tomar partida frente al abuso contra la mujer», «La única manera de salir de la presente situación es tomar partida y rechazar la indiferencia» o «¿Cuál es el beneficio político de tomar partida en la crisis venezolana?».
El Diccionario de la lengua española registra tomar partido como locución verbal que significa ‘hacerse de una bandería’, ‘determinarse o resolverse’. Esta se forma con el sustantivo masculino partido, derivado del participio del verbo partir, que, entre otras acepciones, expresa los sentidos de ‘conjunto o agregado de personas que siguen y defienden una misma opinión o causa’, ‘provecho, ventaja o conveniencia’ y, en ciertos deportes, ‘encuentro que enfrenta a dos jugadores o a dos equipos’.
El uso inadecuado de tomar partida puede deberse a la proximidad de partido con el sustantivo femenino partida: ‘acción de partir o salir de un punto’, ‘registro o asiento de bautismo, confirmación, matrimonio o entierro…’, ‘cantidad o porción de un género de comercio’.
En vista de lo anterior, en los ejemplos citados lo más recomendable habría sido escribir «Llama a tomar partido frente al abuso contra la mujer», «La única manera de salir de la presente situación es tomar partido y rechazar la indiferencia» y «¿Cuál es el beneficio político de tomar partido en la crisis venezolana?».