Términos como linaje, estirpe, abolengo, prosapia, alcurnia, ascendencia u origen son preferibles a pedigrí cuando se alude a una persona y no a un animal.
En los medios de comunicación dominicanos es muy frecuente el uso de pedigrí para referirse a personas, en especial respecto de las cualidades de deportistas o artistas, como en los siguientes ejemplos: «No hay dudas del pedigrí de Fernando Tatis Jr. para jugar en las Grandes Ligas», «Cuando se ve el pedigrí del joven torpedero, uno puede pensar que el destino del dominicano fue ser pelotero» y «El doctor confiesa que no reconoció a la atleta [Brenda Castillo, estrella de la selección dominicana de voleibol, equipo ganador de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima]… Ayer lunes fue que se enteró del pedigrí de su paciente».
El Diccionario de la lengua española define la palabra pedigrí, derivada de la voz inglesa pedigree, como ‘genealogía de un animal’ o ‘documento en que consta el pedigrí’, sin referencia alguna a los seres humanos. Aunque en inglés pedigree sí denota la ascendencia tanto de animales como de personas, no ocurre lo mismo en español con pedigrí. Lo apropiado en nuestro idioma para referirse a personas es usar palabras como linaje, abolengo, prosapia, alcurnia, ascendencia, estirpe, genealogía, origen e incluso importancia, relevancia o cualidades, según el contexto.
Por ello, en los ejemplos citados habría sido más adecuado escribir: «Cuando se ve el linaje del joven torpedero, uno puede pensar que el destino del dominicano fue ser pelotero», «No hay dudas de la estirpe de Fernando Tatis Jr. para jugar en las Grandes Ligas» y «El doctor confiesa que no reconoció a la atleta… Ayer lunes fue que se enteró de la relevancia de su paciente».